Cuando todo iba bien, antes de que se instaurara la crisis en nuestras economías, eran pocas las empresas que tenían una visión estratégica y de futuro, ya que la subsistencia a corto plazo era la máxima preocupación de la mayoría de ellas.

Pero la situación ha cambiado considerablemente y lo que antes era secundario ahora se ha convertido en una prioridad. Este es el caso de la búsqueda de oportunidades de negocio ya sea ampliando la prestación de los servicios o las fronteras. Pero para acertar en este nuevo enfoque es necesario ponerse en manos de expertos para que, avalados por una Consultoría experimentada, puedan aconsejar, sugerir y proponer nuevos planes corporativos.

Estos expertos aseguran que en la actualidad contar con un asesoramiento profesional y con experiencia específica en el mismo sector que el de la empresa -que se propone emprender nuevos caminos de negocio- supone un valor añadido, ya que el servicio de una Consultoría se puede convertir en un gran aliado.

Sector documental en las TIC

En el caso de las empresas que se dedican al ámbito de la TI, solicitar un servicio de Consultoría tiene aún una mayor importancia, porque en esta sociedad del conocimiento en la que estamos inmersos el talento y el uso eficiente de la tecnología redundarán en una mejora de la productividad e impulsarán la actividad económica y, por tanto, el empleo.

Ayudar a una empresa a potenciar su productividad, además de generar mayores beneficios económicos también puede repercutir de forma indirecta a crear puestos de trabajo porque al mejorar la competitividad de las compañías, estas pueden volver a estabilizarse en el tejido empresarial y de esta forma generar nuevos empleos.

Hacer a las organizaciones tecnológicas más productivas es el objetivo de todo servicio de Consultoría. Un equipo cualificado y con experiencia específica en la misma área a la que se dedica la empresa puede ser muy productiva y repercutir en la reducción de los costes, la optimización de los procesos y abrir nuevos horizontes de negocio. Y sobre todo, hay que tener en cuenta que a raíz de una Consultoría es posible definir nuevas estrategias corporativas con proyección de futuro.

La especialización de la empresa consultora es muy importante, porque en el ámbito de la gestión documental existen a su vez subnichos de gran envergadura, como por ejemplo la generación de documentos, las bases de datos o las facturas electrónicas, por citar algunos. Cada uno de estos subsectores requiere un estudio exhaustivo sobre la situación actual para poder establecer un diagnóstico, un plan de acción, un periodo de implantación y una posterior evaluación.

Detección de los errores

Como no podría ser de otra manera, la experiencia de la empresa Consultora supone un gran valor añadido para la compañía “a examen” porque en la mayoría de los casos el equipo de expertos se puede adelantar a las posibles dificultades que puedan surgir debido a que ya se han enfrentado a ellos en ocasiones anteriores. De este modo, se ahorra que el problema vaya a más y se convierta en un verdadero cáncer corporativo.

En general, las empresas que se dedican a un mismo sector suelen encontrarse con las mismas complicaciones en el desarrollo de sus procesos. Así, los consultores tienen la capacidad de adelantarse a las circunstancias y prevenir a la empresa cliente de las incidencias previsibles que cabe esperar para diluir su efecto y, a la vez, determinar la responsabilidad de cada departamento. En cuanto a esta última, es importante destacar que, en ocasiones, en lo que se refiere a proyectos de gestión documental es común que la responsabilidad se diluya entre las diferentes secciones de una compañía y con ella la concienciación del problema, por lo que se conoce su dimensión solo cuando ha adquirido una gran magnitud y es más difícil de solucionar.

Véase también:

Julio A. Olivares
Presidente y fundador de DocPath