Los móviles constituyen un elemento esencial de nuestra vida cotidiana. Apenas la concebimos sin estos dispositivos. Y sin son smartphones, mucho mejor. El extraordinario auge de este tipo de teléfonos se refleja tanto en los datos mundiales como en los referidos a EE.UU. y España. A nivel internacional, en el primer trimestre de 2013 se vendieron por primera vez más smartphones (51,6%) que móviles convencionales. En EE.UU. se calcula que habrá más de 196 millones de usuarios de smartphones en 2016 y que la tasa de penetración de este tipo de terminales alcanzará el 64% en 2017. Y si centramos nuestra atención en Europa, resulta como poco sorprendente descubrir que la penetración de smartphones en España es la más alta de toda la Unión Europea (63%). Lo cierto es que sólo con mirar a nuestro alrededor podemos comprobar que esto es verdad.

Una de las principales funcionalidades y usos de los smartphones es la navegación por Internet, lo que significa que la gran difusión de estos dispositivos está íntimamente ligada con el incremento exponencial del uso de Internet a través de ellos. Esto ha provocado un cambio radical de paradigma en este ámbito. Las tablets y los smartphones (WiFi o 3G/4G) están ganando terreno a las conexiones fijas (ADSL o fibra) a pasos agigantados. Aquí va el dato que lo refrenda: se estima que en el G20 habrá 600 millones de conexiones fijas a Internet en 2015 y 2.100 millones de conexiones móviles. Efectivamente, más del triple.

Antes debíamos esperar a llegar a la oficina o a casa para sentarnos delante de un ordenador con una conexión fija a la red. Ahora somos ciudadanos de la “sociedad de la inmediatez” y podemos acceder a la red sobre la marcha: mientras comemos en un restaurante, en el tren de vuelta a casa, etc. Esto ha abierto las puertas a un sinfín de posibilidades, tanto personales como profesionales: gestionar el email, consultar la cuenta bancaria y realizar una operación, chatear, comprar un billete de avión o entradas para un espectáculo, jugar a algún videojuego o inscribirse en una oferta de trabajo.
Gracias al uso de Internet en los móviles, nuestra productividad se ha quintuplicado en todos los ámbitos. Tanto es así que esto ha dado lugar a lo que se ha denominado la “economía del Internet móvil”. De acuerdo con un reciente estudio publicado por Google, en 2013 el Internet móvil generó unos ingresos de 90.000 millones de euros en cinco países clave de la Unión Europea: Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España. Pero aún hay más. El año pasado, este fenómeno creó 500.000 puestos de trabajo.

Y las previsiones son más que halagüeñas: en 2017 se estima que los ingresos del Internet móvil ascenderán a 230.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 25% anual en estos cinco países. Lo más importante de este dato es que se prevé que el incremento no pase por subir los precios de los servicios, sino por desarrollar conexiones móviles más estables y asequibles, diseñar aplicaciones innovadoras y generar nuevos contenidos. Sin olvidar la veloz expansión de las compras y la publicidad a través de los móviles.

En este sentido, el sector de software de gestión documental ha sabido subirse a la ola y aprovechar el impulso del Internet móvil. Las empresas de este sector han diseñado productos que permiten gestionar los procesos documentales desde cualquier dispositivo móvil con acceso a Internet. Ya es posible realizar un seguimiento de los procesos documentales desde una consola visual accesible desde la web o cumplimentar y distribuir formularios online de manera eficiente y ágil.
Los grandes beneficiarios de este boom tecnológico son los consumidores, ya que el mercado ha hecho que bajen los precios de las comunicaciones, ya sea por la intensificación de la competencia (especialmente feroz entre fabricantes de teléfonos y sistemas operativos) o el desarrollo de nuevas tecnologías. Los usuarios disfrutan ahora de aplicaciones de última generación a precios más bajos. Según el estudio publicado por Google mencionado anteriormente, este ahorro resultante ha generado un “excedente” anual de dinero nada desdeñable (4.700 € per cápita de media en las cinco economías objeto del análisis) que los consumidores estarían dispuestos a reinvertir en nuevos productos y servicios relacionados con la tecnología e Internet. Ahí es donde reside la principal ventaja para las empresas.
En conclusión, el Internet móvil está potenciando el crecimiento económico y la creación de empleo tanto en Europa como en el resto del mundo. Las aplicaciones y servicios móviles nos permiten ser más productivos en el trabajo, estar mejor informados y disfrutar de una nutrida oferta de ocio. No cabe duda alguna de que los avances venideros en este terreno continuarán brindando nuevas oportunidades y contribuyendo al desarrollo económico y social.

Fuentes:

André Klein
Consultor Freelance para DocPath