La verificación documental, así como otros métodos de seguridad, son esenciales para garantizar la seguridad de las operaciones comerciales y reducir el fraude derivado de la falsificación de documentos y la suplantación de identidad.

Nuestro rastro en Internet

No somos del todo conscientes de la gran cantidad de datos personales que introducimos en la Red. Tampoco sabemos que pueden permanecer allí varios años, a merced de cualquier hacker. Da igual la página que visitemos; para realizar cualquier operación, contratar un servicio o simplemente solicitar información, debemos introducir datos delicados con los que se nos puede identificar y localizar fácilmente. Lo damos por hecho. Internet funciona así.

Pues bien, debemos tomar una serie de precauciones para proteger nuestra identidad en la Red. No es que antes no hubiera ladrones de identidad. Por desgracia, siempre ha habido gente con pocos escrúpulos que ha conseguido apropiarse de datos personales por medio del engaño u otros medios ilegales (por ejemplo, robando el correo de los buzones). La única diferencia es que ahora tienen acceso a muchísima más información que antes y sólo tienen que ir a buscar a un sitio: Internet. Esto les permite engañar a muchas más personas e incrementar exponencialmente la rentabilidad de sus actividades.

Evitando el robo de identidad

El robo de identidad define todo tipo de fraude que provoque la pérdida de datos personales delicados, p.e. contraseñas, nombres de usuario, datos bancarios o números de tarjetas de crédito. Es lo que en la jerga online se denomina phishing, es decir, suplantación de la identidad. Para evitarlo podemos tomar medidas relativamente sencillas como asegurarnos de que la página en la que estamos cuenta con una política de privacidad, utilizar contraseñas intrincadas, no compartirlas con nadie y mucho menos cuando nos las solicitan mediante correos sospechosos, revisar el URL de las páginas que visitamos, cuidar de nuestro equipo y actualizar siempre el software y, en la medida de lo posible, evitar los ordenadores públicos.

Sin embargo, todo esto a veces es insuficiente. Por eso han surgido empresas que desarrollan soluciones para garantizar la seguridad, tanto de nuestros documentos más preciados como de nuestra identidad. En el primer grupo se incluyen las empresas de software documental, que velan por la seguridad e integridad de los documentos más importantes de las empresas y sus empleados. Sus soluciones permiten controlar y restringir el acceso a los documentos, realizar un seguimiento de los mismos, autentificar la identidad de los usuarios y, en general, mejorar la credibilidad de la empresa de cara a los clientes.

El segundo grupo está formado por un puñado de empresas, por lo general de reciente creación, que se han centrado especialmente en proteger a las compañías frente al fraude derivado de la suplantación de identidad. Sus soluciones permiten captar datos personales de forma rápida y segura a partir de cualquier documento de identidad haciendo una fotografía. El sistema devuelve los datos personales, facilita una identificación formal, protege frente a posibles ciberfraudes y acelera el proceso de alta de clientes, todos ellos factores muy importantes para empresas de comercio electrónico, redes sociales y proveedores medios de pago. Dentro de la misma línea de negocio, también ofrecen sistemas automáticos de registro y control de acceso de visitas que permiten extraer la información del documento de identidad del visitante escaneándolo y cumplimentar automáticamente la ficha de acceso a las instalaciones de la empresa. Esto es especialmente útil para compañías u órganos gubernamentales que deben cumplir estrictas medidas de seguridad en el acceso de sus empleados debido a la naturaleza de sus operaciones.

Verificación documental como medida de seguridad

La verificación documental es otro de los pilares de este tipo de negocio. Las soluciones en este ámbito permiten valorar la autenticidad de los documentos de identidad, algo esencial para garantizar la seguridad de las operaciones comerciales y reducir el fraude derivado de la falsificación de documentos y la suplantación de identidad.

Pero tal vez el “producto estrella”, o al menos el más llamativo, sean las soluciones biométricas, que ayudan a identificar de manera absolutamente precisa a los clientes a través de perfiles únicos basados en marcadores biométricos. Es decir, permiten validar la identidad del portador de un DNI a partir de su huella dactilar y determinar la autenticidad o falsedad de tal documento o, dicho de otra forma, si pertenece legítimamente al portador. Tanto ésta como la línea de negocio anterior ofrecen soluciones particularmente dirigidas al sector bancario, empresas de telecomunicaciones y gobiernos.

Estas empresas también prestan servicios de protección de información y activos frente a las amenazas de internet y los ciberdelitos. Disponen de centros de operaciones de seguridad que asesoran sobre el cumplimiento normativo en este campo, realizan estudios y planes de ciberseguridad, ofrecen herramientas propias y de terceros en materia de ciberseguridad y ciberdefensa, realizan un seguimiento de posibles amenazas para minimizar su impacto, detectan amenazas potenciales y adoptan medidas para contrarrestarlas, y emprenden actuaciones en caso de ciberincidente. También cuentan con expertos en seguridad informática que detectan vulnerabilidades en los sistemas informáticos de las empresas cliente y, en general, en aquellos activos que están expuestos al público por su conexión a internet. A partir de ahí realizan una auditoría y establecen medidas correctivas. De alguna forma, actúan como “hackers éticos”.

Todos estos servicios y soluciones permiten a las empresas que los contratan ganar clientes, ya que se sienten seguros al operar en la Red.

Si bien es cierto que en los últimos años se ha avanzado mucho en materia de protección de datos, se han promulgado leyes al respecto y se han establecido normas ISO para garantizar la seguridad de nuestros datos personales, no hay que bajar la guardia. Debemos seguir apostando por la investigación, el desarrollo y la innovación para plantar cara a los hackers y proteger nuestra identidad en un medio, internet, que terminará por ser ubicuo y “suplantará” (esperemos que para bien) el mundo real en múltiples aspectos.

Fuentes de datos:

Julio A Olviares
Presidente y fundador de DocPath